¿Cuándo aceptarás, yegua,
el rigor de la rienda?
¿Cuándo, pájaro pinto,
a picotazo limpio
romperás tiranías
de jaulas y de ligas,
que te hacen imposibles
los vuelos más insignes
y el árbol más oculto
para el amor más puro?
¿Cuándo serás, cometa,
para función de estrella,
libre por fin del hilo
cruel de otro albedrío?
¿Cuándo dejarás, árbol,
de sostener, buey manso,
el yugo que te imponen
climas, raíces, hombres,
para crecer atento
solo al silbo del cielo?
¿Cuándo, pájaro, yegua,
cuándo, cuando, cometa,
¡ay! ¿Cuándo, cuándo, árbol?
¡ay! ¿Cuándo, cuándo, cuándo?
Cuando mi cuerpo vague,
¡ay!,
asunto ya del aire.